Cada mañana cuando me levanto pienso en ti, en tus palabras y abrazos en tus te quiero y en nuestros momentos juntos. Pienso en todo y nada a la vez, pienso en el presente y en el futuro pero nunca en el pasado. Recuerdo aquella tarde de invierno pasando entre la nieve, y los copos cayendo sobre nuestras cabezas el sonido de los coches a lo lejos, ya que nosotros estábamos sumergidos en un mundo ilógico, un mundo del que pronto tuvimos que salir. Recuerdo también la primera vez que tus labios se unieron a los míos como si nada más existiera, nos entregamos todo a la vez que mi corazón empezó a sentir un cosquilleo que nunca sintió antes, era amor. En ese mismo momento mi vida empezó a cobrar sentido, en ese mismo momento tu cobraste sentido. Todo giraba entre tú y yo, éramos con La Tierra y la Luna inseparables hasta que un día todo cambio y volví a despertar en la vida real.
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